miércoles, 29 de julio de 2009

Aún

Aún estoy vivo,
que mi silencio no te confunda,
soy el murmullo del aire en tu ventana,
la canción en la radio que te hace recordar.

Aún estoy contigo,
que la distancia no te engañe,
soy ese presentimiento al amanecer,
la luna que te cuida por la noche.

Aún te acompaño,
que la soledad no te haga dudar,
soy esa mano tibia sobre tu frente,
cuando cierras los ojos intentando descansar.

Aún te amo,
ni la ceguera temporal de tu corazón,
o las murallas que intentas construir,
destruyen lo que no es posible acabar.

No hay olvido.
En la oscuridad de esta noche interminable
que se ha vuelto mi vida alejado de ti,
no hay forma en que pueda dejar de amarte.

Mi amor por ti es la luz.
Como siempre, el amanecer está cerca.

Te llamo

Te llamo en la oscuridad,
dentro del ojo del mundo,
avasallado por el viento,
y no contestas.

Te llamo por tu nombre,
Por tu aroma,
Por tu figura
y tu sabor.

Te llamo sin cesar,
Te grito,
Te ruego,
te suplico y desvanezco.

Te llamo.
Te llamo y vuelvo a llamar.
Sin respuesta.

De Noche

En las entrañas de la soledad,
Oscuro casi negro desvarío,
Nocturno, insomnio, locura.
Presente con los ojos inundados.

De mi sin ti.

¿Qué soy yo en este punto?,
Entre el tiempo y el silencio,
Entre la soledad y el vagabundo,
Entre la muerte y el día siguiente.

De olvidos sin retorno.

¡Vuelve ya! Te grité con mis manos,
temblorosas y sudando angustia,
mi cuerpo te reclama, loca.
Vacía entre mi razón y tu costilla.

Tu saliva son mis lágrimas.

Ayer volví del viaje,
Regresé sin haber partido.
Cuando me fui estabas conmigo.
Hoy que te encuentro, ausente.

¿Qué haces tú sin mi?

Vendetta

“La peor de las traiciones se cura con la mejor de las venganzas.”

Mi mejor venganza es amarte.
Amarte tanto y a pesar de todo.
Amarte con tu traición y tus mentiras.
Amarte con tu locura y tu falso orgullo.
Amarte diariamente y cada vez más.

Mi mejor venganza es amarte.
No odiarte, eso sería fácil.
El odio no lleva a la gloria.
Amarte y llenarte de bendiciones al amanecer.
Rezar una oración por ti cuando anochece.
Morir de insomnio con tu imagen en mis recuerdos.
Desearte dicha y felicidad a pesar de mi agonía.
Amarte y seguirte amando,
Rompiendo los límites de la cordura, la imaginación, el orgullo, la soberbia.

Mi mejor venganza es amarte,
Amarte en tu ausencia,
Amarte por tu abandono,
Amarte y seguirte amando.

Y así, amándote a través del tiempo, trasciendo esta pena y me queda una satisfacción.

Amándote como te amo,
A pesar de todo y a pesar del tiempo.
A pesar de tu felicidad a costa de la mía.
Pidiendo a Dios que te bendiga.
Deseándote dicha y felicidad.

Después de este amor pleno y completo,
mas allá del bien y del mal,
de la vida y de la muerte,
del tiempo y del espacio,
del odio, del rencor y del engaño…

¿Crees que alguien podrá amarte mas que yo?

No hay mas.
Después de mi amor perfecto por ti.
No hay mas.

Esa es mi mayor venganza.
Amarte.
Amarte como NADIE nunca jamás lo hará.

Estoy muriendo a diario amor

A diario muero, amor… a diario.
Pensándote, imaginándote, extrañándote.
Intentando dar razón a la sin razón.
Viendo en el sol la esperanza de mi fe convertida en realidad.

Estoy muriendo a diario, amor.
Muriendo en vida,
con los ojos bien abiertos,
con el corazón latiendo a prisa, sólo por ti.

Y te justifico amor, te perdono.
Te explico a mi mismo con el afán de comprenderte.
Te imagino feliz para estar conforme.
Te imagino dichosa para no necesitarte.
Y sin embargo, muero.

A diario muero, amor… día y noche.
Con la luz de la luna sobre mi rostro,
Con el sol a mis espaldas,
Con el maldito tictac del reloj,
que solo alimenta mis ganas de que el tiempo pase rápido.
Y vuelvo a morir. En silencio.

Y cuando la vida me trae tu imagen viva,
por unos segundos, cada semana, cada 15 o 20 días.
Vuelvo a vivir como un paralítico inconsciente,
que es capaz de sentir su propia sangre fluir una vez mas.

Muero soñándote amor, a diario.
Despierto y dormido, soy un fantasma y tu sombra.
Muero rezando por ti, amor, día tras día.
Bendiciendo tu alegría y tu bienestar.

Estoy muriendo a diario, amor.
Dando sentido a mi vida
con la evocación de tu aroma, de tu piel, de tu voz.
Y aunque existen muchos motivos para vivir.
No puedo detener esta muerte diaria.
De amor, de ausencia, de dolor, de tristeza.

De este muerto cotidiano que soy yo sin ti.

Amándote diariamente,
muriendo con cada anochecer.

Perdido

Eres tortura,
grosería,
dolor intenso.
en el corazón, en la cabeza,
en el hígado, en el alma.

Entre mas te amo,
mas me dueles.
Me duele el silencio,
de tu boca, de tu cuerpo.

Silencio de amor guardado,
de ilusión abandonada.

¿En dónde me encuentro?

Entre la nada y tu olvido.
Entre mi corazón y tu recuerdo.
Entre la locura y tu cuerpo.

¿En dónde me encuentro?

Perdido.

Sin tu luz.

Perdido.

Mareo de amor

Soy de ti y me mareo,
me mareo de amor y muero,
a cada segundo muero.
Sin poder apartarte
(de mi mente, de mi alma)
me mezclo en tu recuerdo...
Y enloquezco.

De locura de ti, de tu ausencia,
de tu capricho y tu abandono.
Tu necesaria separación,
y mi no resignado olvido.

Olvido que no llega,
que no alcanzo
que no deseo...
Si te olvido, muero.

Soy de ti y de mareo, muero,
de amor, muero.
Y muriendo, enloquezco.
Mareado, muriendo.
Loco de amor,
de extrañamiento,
de tu olvido.

Loco, mareado, enamorado.

Soy de ti, amor...

Y muero.

Compensación

¿Cómo compensar la falta de ti?

No hay comida que iguale tu sabor,
ni agua que sacie la sed de tus besos.

No hay música que se escuche como tu voz,
ni imagen alguna que se asemeje a lo que veo en ti.

¿Cómo compenso tu ausencia?

Me he cansado de tocar el aire,
de acariciar al viento,
de abrazarte en sueños,
de cerrar los ojos para crearte,
para recrearte, imaginarte...

¿Cómo compensarte toda?

En estas noches de insomnio,
En el infierno en que descanso
No hay forma de hacerlo.

No me compenso.
No me compenso.

Te amo

Hace 8 días decidí dejar de decir Te Amo,
y los Te Amo, se me acumularon aquí
en la lengua, en las manos.

Tengo varios Te Amo atravesados,
queriendo salir, saco uno y se multiplica.
Y no se acaban.

No sé si es muestra de amor o locura.
Pero veo, finalmente,
que decir Te Amo a diario sirve de algo

Mantiene drenada la tubería por donde corre la demostración de amor.

Al decir Te Amo, nos salvamos de morir ahogados.

El amor guardado te mata, te hace daño.
No es tuyo.
El amor debe estar con quien le pertenece.
No volveré a guardarme los Te Amo.

Todos son tuyos, que se vayan contigo.

A nadie daño con decirlos.

Inundación

El frío me entra por el cuello,
y recorre lentamente mi piel,
toda.
De la oreja a la pantorrilla.
Escribo desesperadamente.
Intentando sacar tu imagen a través de palabras
y dejar todo este amor que me sobra en algún lado.

Chorreando tinta, derramando palabras.

La paradoja es increíble.
Fue el silencio el que acabo con el silencio.

Mañana cuando acabe el insomnio
y simule despertar de un sueño que nunca tuve.
Las palabras estarán aquí.
Como muestra de un amor que se derrama.

Por la noche,
Sin sentido.

Chale!

Hoy brindo un chido por ti y tu nueva vida, un chido por ti y tus autoengaños, un chido por ti y lo que ni tu misma crees.

Un chido por tu futuro sin mi, pero con mucho billete y mucha autoestima y mucho exito.

Un chido por la nueva tu que no tiene nada que ver con la que conoci.

Un chido por ti que te fuiste y te abandonaste a ti misma.

Que chido, porque yo me quedo contigo, con la que conocí, con la que fue, con la que amé.

A ti, que no eres Tú: Chale!... y chido.

Des esperado Up...

Esperado por tanto tiempo, un gesto, una señal, un viso...

Desesperado por tenerte, al menos cerca, al menos frente.

Des esperado Up, por fin llegaste.

Hoy dormí y al dormir, los demonios se han calmado, me han permitido respirar.

Una luz de esperanza se avizora en mi horizonte.

Esperado, des esperado Up.

Aun estoy buscando, esperando los te amo, escondidos, ocultados a fuerza de presión, en lugar de ellos, bendiciones.

Bienvenidas, pero un te amo, siempre es un te amo.

Una bendición en si misma.

Amargo down...

Una noche mas, esta vez entera sin dormir.

Mi ángel de la guarda se ha cansado y se ha ido, esfumado...

¿Dónde ha quedado su dulce compañía?

En algún lugar entre el cielo y el infierno.

Desamparado.

Amargo down.

Hoy saldré al sol, hay una esperanza de vida, quiza su calor me despierte, me anime o me queme y arda.

Amargo down.

Esta noche espero dormir o consumirme en el infierno.

De una vez por todas.

Mi alma necesita un descanso.

Dulce down…

Dulce down... los oídos tapados, la piel erizada, la cabeza bloqueada, el alma en un hilo.

La inercia me lleva y me trae, me agobia, me mata.

Quiero dormir, por una vez quiero dormir. Después de tanto y tanto tiempo...

Quizá en ese sueño quedarme indefinidamente y en la marea del sueño navegar.

Dulce down... hoy me voy a acostar, si me quedo en ti, no me despiertes.

Atrápame, cobíjame, envuélveme.

Dulce down, eres muy parecido a la muerte, solo que tu me angustias...

¿Cómo se sale del infierno?

No se como salir,
los engaños, las mentiras no funcionan.

Este maldito dolor de cabeza no acaba
y hace días que no siento el corazón.

Fue tragado o extraído
y tirado en algún lugar oscuro del basurero del mundo.

En momentos como este,
quisiera que la muerte sirviera para salir del infierno.
Este infierno que se ha vuelto la vida sin ti.

¿Y si después de la muerte el infierno fuera peor?

Esta pregunta da vueltas en mi cabeza y entonces me contengo.
No me mato.
Por hoy.
Seguiré viviendo en este infierno, aunque ya no tenga ningún sentido.
Si muero hoy o mañana no importa.
Si sigo vivo, al menos tengo la esperanza de volverte a ver.

Si tan solo me regresaras un pedazo del paraíso,
una pequeña parte de ti.
El infierno seria mas soportable.
No soporto este infierno, ni se como salir de el.

No lo se.

Alguna vez prometiste matarme.
No lo hagas tan lentamente.
Dame un balazo, inyéctame veneno.
No me mates con tu ausencia.
Debes odiarme demasiado para esto.

Clandestina

¡Querías ser clandestina!
Y te expuse salvaje al dedo acusador,
A la mirada amenazante.

¡Querías ser prohibida!
Y sin embargo te hice mía,
Pública, con un aire de decencia.

¡Querías estar oculta!
Y con mi amor te descubrí,
Te habité, te despojé, te expuse…

Clandestina, prohibida, oculta…
Y yo,
haciendo público mi amor por ti.

Eres de aire

Eres de aire, invisible,
Sin verte te presiento,
Sin verte existes.

Eres de aire, incapturable,
Sin tocarte te me escapas,
Sin tocarte me acaricias.

Eres de aire, te me escapas,
Sin poseerte me revives,
Sin poseerte me das vida.

Eres de aire, te respiro
Sin tenerte me penetras,
Sin tenerte me dominas.

Eres de aire, disuelta
Circulas por mis venas
Entras y sales.

Permaneces sin estar.

Miradas de Nostalgia

La noche me duele al recordar tus ojos,
de luna llena, de mágica sorpresa.
Recordarlos y sentirlos,
por la noche,
perdido, extraviado,
buscando tu sendero,
como estrellas me iluminan.

La noche me duele al recordar tus ojos,
que ilusionados un día acompañaron tus besos,
tus caricias y tu aroma.
Evocar tus ojos en los míos,
por la noche, en el día,
sobre el desierto y el asfalto.
Anhelando tu regreso,
cual cometa extraviado.

La noche me duele al recordar tus ojos,
que con tristeza me despedían al final,
del día, de la noche,
de cada encuentro…
En que de amor perdidos
Ilusionados nos retirábamos
Y despedíamos
Y soñábamos con la eternidad.

¿Soy yo este hombre que anda conmigo…?

Hacía frío.
Aquella noche parecía que el viento traía consigo el hielo de los polos y justo en la coyuntura sobre el codo, donde el antebrazo se une al bícep, él comenzó a sentir ese aire helado que entume los huesos, pareciera que esa parte de la camiseta la tenia húmeda y el agua le penetrara la piel.
Con la nariz constipada, se le dificultaba respirar y tenia que forzar la respiración a través de la boca, lo que le hacía jadear de vez en cuando y emitir un sonido como una especie de “bramido” o el bufar de un toro.
Con el seño fruncido miraba el monitor de la computadora, mientras una melodía lo acompañaba… “acompáñame a estar solo…”
Por instantes, con el corazón constreñido y un leve mareo que le hacia perder el conocimiento, sentía ganas de llorar. Se controlaba. No era posible estar triste. No era deseable. No era permitido. No por esas razones.
Miraba de reojo el reloj y de vez en cuando abría la ventana del Messenger.
No había nadie.

¿Era posible acaso?

Después de tanto tiempo, tantos tropezones, tantas decepciones…

¿Acaso era posible que de nuevo hubiera entregado su corazón?

Una molestia enorme le encabronaba de solo pensarlo.
Intentaba distraerse, tomaba agua, volvía a jadear. El aire le faltaba.
Como si se tratara de una mas de sus poesías, se le ocurrió que quizá le faltaba el aire porque le faltaba ella.
“Demasiado cursi” pensaba para si mismo.
No podía evitar sentirse solo, triste, cansado.
No podía evitar cuestionarse si todo aquello a final de cuentas valía la pena.
Cada quien busca su propia felicidad.
Cada quien se conforma con su propia vida.
Cavilaba para si mismo, acerca de sus imposibilidades e impotencias, del amor perdido, el que pudo ser, el que fue y nunca mas será.

¿Y si todo fuera un sueño?

Si así fuera, le hubiera gustado despertar justo al terminar la secundaria.
Era una fantasía recurrente. Después de soñar la mitad de tu vida poder despertar y no cometer los mismos errores, aprovechar las oportunidades que se dejaron ir.
Lo primero que haría sería declararle su amor a aquel amor de pubertad, 12 años enamorado de ella y nunca pudo hacerlo. Siempre soñó lo que habría pasado si ella hubiera sido su novia.
Tan solo con verla le temblaban las piernas. Ahora ella era solo un sueño, una ilusión jamás realizada. La primera desilusión.

Por momentos, sentía ganas de salir corriendo. Ir corriendo a buscarla. No a aquel amor lejano. Sino al amor presente.
Al que como siempre pasaría, después de un tiempo quedaría en el olvido, en el baúl de las imposibilidades.
Se había vuelto un experto en esa actividad.
Enamorarse, enamorar, terminar rechazado, con el corazón roto, decepcionado y volver a empezar.

¿Cuál era ese patrón que se repetía una y otra y otra vez?

“Eres un masoquista, cabrón” se decía a si mismo a falta de mas explicaciones.
Las canciones románticas le dolían, le estrujaban el corazón.
Hace algún tiempo, pensó que la poesía le servía para descargar su alma. Hoy, mas de 100 poesías después, su alma seguía estando igual, quizá peor, con mas soledad, con mas tristeza.

Para un deprimido crónico la tristeza puede ser la peor compañía.

Miraba el teléfono, no tenía a quien hablar.
Miraba alrededor y buscaba desesperado un escape.
La televisión ya no servía como antes, los cientos de libros que leía, devoraba, que le hacían tener un tema de conversación eterno y aparentar tener la respuesta a todo o una sabiduría simulada, el día de hoy solo eran papel. Papel muerto, inerte, regado por los rincones.

Todo lo que quería era poder verla, besarla.
No pedía mas que eso.
La necesitaba.

No le ayudaba sentirse rechazado, pecador, impropio, prohibido.

¿Cómo explicarle al mundo que su soledad no le permitía vivir?

Rodeado de cientos de personas a diario, era increíble estar tan solo, sin amigos a quien recurrir.
Por eso se ensimismaba en la pantalla, respirando dificultosamente, esperando un milagro, una señal.
Optimista la mayor parte del tiempo, hoy, ensimismado en el frío polar de la noche, moría de tristeza. Por fin, una lágrima asomaba en sus ojos, el seño se endurecía, una melodía melancólica con un piano solitario comenzaba a sonar.

Todo lo que quería era escucharla decir te amo.
Un abrazo. Un beso.
Después moriría tranquilo.
No pedía mas que eso.

A diario mendigaba mendrugos de cariño, de afecto, de caricias.
No era divertido.

Y sin embargo, sonreía, reía a carcajadas, se burlaba de su mísera vida y lo miserable que era la de los demás, como para vengarse, como para tratar de salvarse o de perderse de una vez.

Y no tenía mas que aquello.
Un monitor encendido frente a él, la nariz constipada y la boca abierta. Si moría en ese momento, ¿Qué cambiaría?
Las ideas suicidas comenzaron a rondar su cabeza,
¿Habría sangre? ¿Habría llanto? ¿Lo extrañarían?
¿Acaso le dolería a alguien?

Y lo único que deseaba, que quería, era poder verla, tomarla entre sus brazos y decirle suavemente al oído “te amo”.

¿Se puede extrañar tanto?

Estaba enloquecido, desesperado.
En esta noche fría, no servían las teorías, las filosofías, ni la misericordia de Dios o las trampas del demonio. Nada tenía sentido.
Sólo la luz de la pantalla frente a él que lo hipnotizaba.

Al final de todo, no tenía caso morir.
Ya estaba muerto.

Destino

Si nos separa el destino,
que no me divida,
que no me parta, que no me rompa…

Si nos separa el destino,
que no te vayas,
que no te olvide, que no te pierda…

Eres la continua esperanza de las noches permanentes,
en que la muerte es perpetua, la vida efímera,
el amor es corto
y no alcanza,
y no llena,
y no llega…

Si nos separa el destino,
que lo perdone Dios,
que me perdone, que te perdone…

Si nos separa el destino,
que sobreviva el amor,
que no muera, que tenga sentido…

Si nos separa el destino,
sin opciones, ni esperanza,
sin valor, ni ganas, ni suerte,
sin tiempo, sin opción,
sin fe que alcance,
sin oraciones milagrosas,
sin mantras salvadores,
sin magia de emergencia,
sin nada…

Si a pesar de todo,
nos separa…
pero me queda en la memoria,
el olor de tu pelo,
el sabor de tu cuello y de tu pecho,
el sonido de tu voz,
tu imagen grabada en mi retina,
tu piel en cada milímetro de mis dedos…

Si a pesar de todo,
se empeña y nos separa…
vivirás en mi mente, en mi corazón, en mi alma.

Pues antes de crearse a si mismo, el destino te metió dentro de mi.

Ese fue tu destino, antes de cumplirse.

Somos locos

Somos locos
Y nos engañamos a diario
Creemos que es posible
Y hacemos lo imposible

Somos locos
Sin rumbo manejamos
Nuestra vida sin sentido
Y nos perdemos en la nada

Somos locos
Dejamos pasar el tiempo
Vivimos como podemos
Sin poder llegar a vivir

Somos locos
Creemos en el amor
Dejándolo a un lado
Y sin amar, amamos

Somos locos,
obscenos, vulgares,
mentirosos, hipócritas,
ignorantes de nuestra locura.

Somos locos, al fin locos.

Eres Mentira

Eres vulgar indecisión
Áspera confusión
Lisa y llana mentira

Eres lo que nunca serás
Te has convertido en tu peor pesadilla
Pura y simple mentira

Huyes de la verdad
Viviendo en el engaño
Permanente y repetida mentira

Eres tu propia traición
Puño que golpea su cara
Te has perdido en el placer de tu propia tortura

Eres mentira
Propia y generada
Te regalas y te brindas generosa

Eres mentira.
Mentirosa.

El engaño de tu cuerpo

Tu cuerpo te ha engañado
No es la mano que te acaricia el amor
Ni es la boca que te complace

Tu cuerpo te ha engañado
No es el placer del orgasmo el amor
Ni es la pasión, ni lo es la sensación.

Tu cuerpo te ha engañado
Haz creído su mentira
Pobre de tu alma

Tu cuerpo te ha engañado
Tu alma te ha alertado
Tu terquedad lo ha ignorado

Infeliz ignorante

¿Qué harás sin cuerpo?

No renuncio al amor

Me niego.
Aún con las lágrimas derramadas por mi y a causa mía.
Aún con la decepción eterna a cuestas,
El ojo en vela,
La sangre detenida.

No renuncio al amor.
Me niego.
Aún con el Dios que sin misericordia aplasta ilusiones,
Con la muerte inoportuna
Las voluntades divididas
Y el corazón suspendido.

No renuncio al amor.
Me niego.
Me niego a mi mismo, cansado.
Y te niego a ti, distante.
Locura temporal, pasión de una noche.
Plan inconcluso.
Ilusión rota.

No renuncio al amor.
Me niego.
Porque a pesar de todo.
Si acaso existe una razón para seguir.
Quisiera descubrir al final
Que el amor es real y existe.

Si fueses tú

Si fueses tú quien yo esperaba
No podría la cobardía separarte de mi
Ni podría el destino hacerte creer que te controla

Si fueses tú quien yo esperaba
Hoy culminaríamos el sueño eterno
Serías de mi y yo contigo

Si fueses tú quien yo esperaba
La vida sería vida tras la muerte
Y la muerte sólo un trámite

Si fueses tú quien yo esperaba
No me negaría a mi mismo de toda posibilidad
Ni la suerte sería real una vez echada

Si fueses tú quien yo esperaba
No seguiría esperando.

Líquida etérea

Te tomo y te derrites
Y derretida te unto
De codo a codo
Derretida entre mis labios.

Te acaricio y desvaneces
Desvanecida te respiro
Embriagándome de ti
Me emborrachas.

Me mareo.

Revuelto

Me revuelvo, Corazón
Entre tu sudor, tu sangre, tu cuerpo
Me revuelvo, Corazón
Me estremezco.

Me revuelvo, Corazón
Sin razón, me revuelvo
Entre tu cabello, tu piel, tus manos
En el sabor de tu boca me revuelvo.

Si vuelvo y vuelves
Si me torno en tu entorno
Y te tornas hacia mi
Vuelve y revuélveme
Sin descanso y con placer

Me revuelvo, Corazón
Contigo
Me revuelvo.

Eres luz

Eres luz que entra por mis ojos
El color es posible sólo a través de ti.
En las noches eternas,
En los días imposibles.
Eres Luz.

Eres Luz que recorre mi cuerpo,
Eres calor que fluye a través de mí.
En la vida diaria,
En la muerte al despertar.
Eres Luz.

Eres Luz que inunda mi universo
Miles de átomos que atraviesan mi existencia
Te conectas, corres, vas y vienes
Aun ausente estás aquí.
Eres luz.

¿Y si al final, resulta que no regresas?

¿Y si al final, resulta que no regresas?
¡Chingao!
Tanto rezo, tanto deseo, tantas invocaciones, tanto desmadre…
Por recordar tus besos, casi me tropiezo en la angustia del dolor sumido en un cuarto.
Por recordar tus labios, carnosos, grandes, húmedos sobre mis labios, entre mis dientes.

Y al recorrer el mismo camino que juntos caminamos,
Aquel cuarto clandestino de hotel, a la orilla, al extremo, donde un día te hice mía y me aclaraste que era tuyo desde el principio, desde antes, desde siempre.

¿Y si al final, resulta que no regresas?
¡Qué poca madre!
No podría creer que no te duela, que no me extrañes…
Pero a final de cuentas, ¿Qué importa?
¿A quién le importa si tu memoria no sirve para amar?
¿A quién le importará si me olvidas al final?
Si no te importa a ti, que me importe a mi… no tiene importancia.

El olor del auto me recuerda tu cabello y tu cuello…
Aquellos besos fugitivos por la tarde, por la noche, en que con locura me encontrabas y atrevida te entregabas a los breves instantes de pasión, de romance.
Estacionados en el polvo, soñábamos con el futuro y pensábamos que era posible, con la humedad en la piel, con el calor en las manos, con la ternura en los ojos.

¿Y si al final, resulta que no regresas?
Quizá te llore por un mes o dos mas, quizá mi alma te llore por siempre.
Quizá la tristeza se vuelva mi eterna compañera…
o solo diga que soy feliz,
aunque siga pensando en ti y sintiendo este vacío en el pecho, este vacío…

Camino entre los puestos y las tiendas, voy y vengo entre las personas,
cualquier película irremediablemente me recuerda a ti, tu sonrisa, tus palabras.
¿Si no regresas?… chingao… ¿Qué hago si no regresas?
Mi fe no tendría sentido, ni mi lámpara de Aladino, ni mi lógica, ni nada…
Nada de nada, como si en la nada se quedara todo, el amor, los besos, las palabras, las promesas, las miradas, las caricias, los proyectos, los planes, los deseos, los sueños, la pasión, ¡Caramba!, nada…

¿Y si al final, resulta que no regresas?
¡Qué pinche resultado!, de verdad…
Por eso, espero que regreses, hoy o mañana, que regreses completita y te vuelva a oler, a probar, a tocar… amar.
Espero que regreses y seguiré esperando, porque si al final, resulta que no regresas, chingao, que pinche resultado…

Mejor regresa, seguiré esperando… hasta el final de todo, cuando no quede nada.

Monstruo

Fuiste mi creación desde el principio.
Siendo Dios, te hice compañía.
Te inventé al salir el sol,
Te asesiné con la luz de luna.

Fuiste mi creación, locura,
Mi creación, cansancio,
Mi creación, hastío.
No estas hecha a mi imagen.

Eres el opuesto,
La luz sin sol,
El calor sin fuego,
Eres yo sin haber nacido.

Mañana al despertar te regresaré a mi mundo.
Soy tu creador.
Eres mi monstruo.

Revuelta

De amor te amé, revuelta,
Revuelta, convulsionada, aparecida.
Te quise ver entre la bruma,
Entre mi espacio y tu tiempo,
Entre tus rodillas.

Del edén al infierno,
Entre tu pecho y un adiós,
Entre tus piernas y tu ausencia,
Entre tu nombre y el silencio.
No te encontré.

De amor te amé, enloquecido.
De locos y absurdos desvaríos.
Te quise amar tras de la muerte.
Entre tu vida y mi ceguera.
Resucité. Sobrevivo.

Vida

Es de noche y sueño.
Dolor, pasión, locura.
De una estrella hasta tu cama,
La noche se ha vuelto infierno.

Es de día y vivo.
Calor, ansiedad, sombras.
De una nube hasta tu cielo.
El día se ha vuelto infierno

Día, noche, sueño, vida.
Infierno permanente.

Perdida

En las entrañas de la soledad,
Oscuro casi negro desvarío,
Nocturno, insomnio, locura.
Presente con los ojos inundados.

De mi sin ti.

¿Qué soy yo en este punto?,
Entre el tiempo y el silencio,
Entre la soledad y el vagabundo,
Entre la muerte y el día siguiente.

De olvidos sin retorno.

¡Vuelve ya! Te grité con mis manos,
temblorosas y sudando angustia,
mi cuerpo te reclama, loca.
Vacía entre mi razón y tu costilla.

Tu saliva son mis lágrimas.

Ayer volví del viaje,
Regresé sin haber partido.
Cuando me fui estabas conmigo.
Hoy que te encuentro, ausente.

¿Qué haces tú sin mi?

La lucha

Hay dentro de mi una lucha,
Batalla interminable sin lugar ni tiempo
Donde me confronto y al hacerlo
Confronto al mundo y sus demonios
Al demonio que soy yo mismo
Del que nazco y en el que me he convertido.

Hay dentro de mi una lucha
Incesante sin razón ni tregua
Donde destruyo el mundo, el universo
Y me reconstruyo con sus cenizas
Me reconstruyo en Dios, en hombre
En espíritu, en alma, en mente, en polvo.

Hay dentro de mi una lucha
De mi y conmigo mismo
De ilusiones perdidas, de promesas rotas
De amor encontrado y olvidado
De esperanza eterna
De certidumbre y anhelos
De un viaje
Sin destino,
Sin llegada,
Sin retorno.

Fe

Hoy creo en los imposibles
Y eso es resultado de los fracasos,
Resultado de las frustraciones.

Algún día creí en las posibilidades
En la calma tras la tormenta,
El sol después de la noche.

Hoy creo en los imposibles,
En el amor después del amor,
Y en el odio después del amor.

Creo en la paz y en la utopía,
En la muerte después de la muerte
Y en lo imposible de creer.

Suposición

Se suponía que no serías tú,
la que me olvidaría un día cualquiera,
la que rompería sus promesas.

Se supone que serías tú,
la que tras la batalla y el encanto
permanecerías junto a mi

Se supone que no serías tú,
la común, la de siempre,
el fantasma reencarnado de mi miedo eterno.

Se supone que serías tú,
el amor y la compañía,
la Valentía en la oscuridad, la verdad.

Se supone que no serías tú.

Calor y distancia

¿Y que queda de mi después del frío?
Un manojo de nervios
Ojos llorosos
Manos calientes
Y un olor a animal guardado.

El próximo invierno
Me mudaré hacia el sur
Como los patos buscan el calor
Yo me guardaré de ti.

La distancia debe ayudar en algo.
Teniéndote tan cerca duele mas.

El final

He recorrido cientos de kilómetros,
He conocido centenares de personas,
He besado decenas de bocas,
He estrechado millares de manos.

He respirado el aire del universo,
He tocado las estrellas,
He servido y me han servido,
Me he enamorado y he amado.

He buscado la verdad incansablemente,
He construido y he roto filosofías.
Me he equivocado y lo he disfrutado,
He corrido como un loco: Para huir de ti.

Hoy sé que mi historia personal
Sólo ha tenido un sentido: Conocerte.
Le doy gracias a la vida por la coincidencia.
He conocido el amor gracias a ti.

Mi búsqueda culminó con éxito.