miércoles, 29 de julio de 2009

Aún

Aún estoy vivo,
que mi silencio no te confunda,
soy el murmullo del aire en tu ventana,
la canción en la radio que te hace recordar.

Aún estoy contigo,
que la distancia no te engañe,
soy ese presentimiento al amanecer,
la luna que te cuida por la noche.

Aún te acompaño,
que la soledad no te haga dudar,
soy esa mano tibia sobre tu frente,
cuando cierras los ojos intentando descansar.

Aún te amo,
ni la ceguera temporal de tu corazón,
o las murallas que intentas construir,
destruyen lo que no es posible acabar.

No hay olvido.
En la oscuridad de esta noche interminable
que se ha vuelto mi vida alejado de ti,
no hay forma en que pueda dejar de amarte.

Mi amor por ti es la luz.
Como siempre, el amanecer está cerca.

Te llamo

Te llamo en la oscuridad,
dentro del ojo del mundo,
avasallado por el viento,
y no contestas.

Te llamo por tu nombre,
Por tu aroma,
Por tu figura
y tu sabor.

Te llamo sin cesar,
Te grito,
Te ruego,
te suplico y desvanezco.

Te llamo.
Te llamo y vuelvo a llamar.
Sin respuesta.

De Noche

En las entrañas de la soledad,
Oscuro casi negro desvarío,
Nocturno, insomnio, locura.
Presente con los ojos inundados.

De mi sin ti.

¿Qué soy yo en este punto?,
Entre el tiempo y el silencio,
Entre la soledad y el vagabundo,
Entre la muerte y el día siguiente.

De olvidos sin retorno.

¡Vuelve ya! Te grité con mis manos,
temblorosas y sudando angustia,
mi cuerpo te reclama, loca.
Vacía entre mi razón y tu costilla.

Tu saliva son mis lágrimas.

Ayer volví del viaje,
Regresé sin haber partido.
Cuando me fui estabas conmigo.
Hoy que te encuentro, ausente.

¿Qué haces tú sin mi?

Vendetta

“La peor de las traiciones se cura con la mejor de las venganzas.”

Mi mejor venganza es amarte.
Amarte tanto y a pesar de todo.
Amarte con tu traición y tus mentiras.
Amarte con tu locura y tu falso orgullo.
Amarte diariamente y cada vez más.

Mi mejor venganza es amarte.
No odiarte, eso sería fácil.
El odio no lleva a la gloria.
Amarte y llenarte de bendiciones al amanecer.
Rezar una oración por ti cuando anochece.
Morir de insomnio con tu imagen en mis recuerdos.
Desearte dicha y felicidad a pesar de mi agonía.
Amarte y seguirte amando,
Rompiendo los límites de la cordura, la imaginación, el orgullo, la soberbia.

Mi mejor venganza es amarte,
Amarte en tu ausencia,
Amarte por tu abandono,
Amarte y seguirte amando.

Y así, amándote a través del tiempo, trasciendo esta pena y me queda una satisfacción.

Amándote como te amo,
A pesar de todo y a pesar del tiempo.
A pesar de tu felicidad a costa de la mía.
Pidiendo a Dios que te bendiga.
Deseándote dicha y felicidad.

Después de este amor pleno y completo,
mas allá del bien y del mal,
de la vida y de la muerte,
del tiempo y del espacio,
del odio, del rencor y del engaño…

¿Crees que alguien podrá amarte mas que yo?

No hay mas.
Después de mi amor perfecto por ti.
No hay mas.

Esa es mi mayor venganza.
Amarte.
Amarte como NADIE nunca jamás lo hará.

Estoy muriendo a diario amor

A diario muero, amor… a diario.
Pensándote, imaginándote, extrañándote.
Intentando dar razón a la sin razón.
Viendo en el sol la esperanza de mi fe convertida en realidad.

Estoy muriendo a diario, amor.
Muriendo en vida,
con los ojos bien abiertos,
con el corazón latiendo a prisa, sólo por ti.

Y te justifico amor, te perdono.
Te explico a mi mismo con el afán de comprenderte.
Te imagino feliz para estar conforme.
Te imagino dichosa para no necesitarte.
Y sin embargo, muero.

A diario muero, amor… día y noche.
Con la luz de la luna sobre mi rostro,
Con el sol a mis espaldas,
Con el maldito tictac del reloj,
que solo alimenta mis ganas de que el tiempo pase rápido.
Y vuelvo a morir. En silencio.

Y cuando la vida me trae tu imagen viva,
por unos segundos, cada semana, cada 15 o 20 días.
Vuelvo a vivir como un paralítico inconsciente,
que es capaz de sentir su propia sangre fluir una vez mas.

Muero soñándote amor, a diario.
Despierto y dormido, soy un fantasma y tu sombra.
Muero rezando por ti, amor, día tras día.
Bendiciendo tu alegría y tu bienestar.

Estoy muriendo a diario, amor.
Dando sentido a mi vida
con la evocación de tu aroma, de tu piel, de tu voz.
Y aunque existen muchos motivos para vivir.
No puedo detener esta muerte diaria.
De amor, de ausencia, de dolor, de tristeza.

De este muerto cotidiano que soy yo sin ti.

Amándote diariamente,
muriendo con cada anochecer.

Perdido

Eres tortura,
grosería,
dolor intenso.
en el corazón, en la cabeza,
en el hígado, en el alma.

Entre mas te amo,
mas me dueles.
Me duele el silencio,
de tu boca, de tu cuerpo.

Silencio de amor guardado,
de ilusión abandonada.

¿En dónde me encuentro?

Entre la nada y tu olvido.
Entre mi corazón y tu recuerdo.
Entre la locura y tu cuerpo.

¿En dónde me encuentro?

Perdido.

Sin tu luz.

Perdido.

Mareo de amor

Soy de ti y me mareo,
me mareo de amor y muero,
a cada segundo muero.
Sin poder apartarte
(de mi mente, de mi alma)
me mezclo en tu recuerdo...
Y enloquezco.

De locura de ti, de tu ausencia,
de tu capricho y tu abandono.
Tu necesaria separación,
y mi no resignado olvido.

Olvido que no llega,
que no alcanzo
que no deseo...
Si te olvido, muero.

Soy de ti y de mareo, muero,
de amor, muero.
Y muriendo, enloquezco.
Mareado, muriendo.
Loco de amor,
de extrañamiento,
de tu olvido.

Loco, mareado, enamorado.

Soy de ti, amor...

Y muero.